Estaba arreglando mis huevos recien comprados y se los ponía a mi “gallinita” cuando de repente uno se me cayo y quebró. Gracias a Dios fue sobre la mesa de la cocina...y pensé ...porque no hacer un huevo frito para mi hora del café!!!
Así hace Dios con nuestra vida quebrada...la transforma para algo mejor. La pandemia esta cambiando el mundo y nuestras vidas.
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