Se me olvidó comentar la fila estaba largaaaa, detrás de nosotros. Mientras que el caballero buscaba el número de la clave (que no encontraba) , y yo me dije (tranquila, tranquila, no debo estresarme), y cuando al fin la encontró, no le funcionó. Al ver esta situación el joven de la caja, muy gentilmente le dijo al caballero: No se preocupe, el café es gratis, que me pareció un hermoso gesto porque el Señor tenía el dinero en efectivo pero el cajero no tenía cambio (increible con una cafetería tan llena).
Pero me llamó la atención la actitud del Señor, pues le respondió que no lo aceptaba porque para El era motivo de dignidad, siendo mayor, extranjero y varón el recibir un café gratis.
Pero yo como buena panameña, les comenté, SEÑORES SI EL NO LO QUIERE ME LO PUEDE DAR GRATIS A MI......(Lo que causó carcajadas a ambos caballeros) y el ambiente cambió.
Resultado; El señor logró pagar su café y yo me sentí feliz porque el ambiente cambió no me importó la demora y me agradó la gentileza del dependiente que hoy en día hace mucha falta.